Este periodo es de gran relevancia en la Península Ibérica, donde irían emergiendo grandes ciudades como Complutum (Alcalá de Henares), Emérita Augusta (Mérida) o Caesar Augusta (Zaragoza), algunas de ellas de mano de veteranos de varias legiones, entre las cuales se encontraba la Legio X.
Hispania iría creciendo hasta alcanzar cotas de poder tan grandes que sería cuna de emperadores como Trajano o Adriano.